Juan despierta de su sueño, con el sonido de su alarma, que conectada a la electricidad parpadea y emite un sonido que va progresando con el paso de los segundos.
Cuando logra incorporase una voz muy
melodiosa similar a la de su esposa, se se escucha por los altavoces, es Mastiu,
su robot ayuda, que le acompaña en los
deberes de la casa y en algunos aspectos de su vida, y que como cada día
responde a la programación de su sistema le dice: hola señor Juan, temperaturas
agradables para este lunes 26 de junio del 2042. ¿Desea tomar la ducha a la
temperatura programada? o ¿pasará de
ella hoy? -temperatura programada, dice Juan.
Mientras
se ducha, Juan programa con su voz, lo que quiere que suceda en los próximos 30
minutos: ordena lo que quiere desayunar, le indica que quiere conocer las principales noticias de los periódicos del
mundo. Indica a Mastiu que revise su coche para su salida al trabajo en los próximos
minutos. Mastiu pone el desayuno y de forma pausada le narra los titulares de
las principales noticias para este día. En ocasiones Juan le pide que amplíe
ciertas noticias de su interés y en la que establece conexión con pantalla lcd colocadas tanto en la habitación
como en el salón, en ellas puede ver las
imágenes y los detalles de las informaciones que le interesan.
En el trabajo todo transcurre normal,
recibe de Melfis la secretaria, una maquina robot programada para llevar su agenda
y además hace de asistente ejecutivo, y en
ocasiones debe responder a la programación de tomar ciertas decisiones, en los momentos en
que Juan no puede estar presente en dos lugares a la vez o simplemente, cuando está de vacaciones, la agenda del día con sus actividades
programadas.
Sale
del trabajo y va al supermercado por la compra, allá tiene la selección de
productos listos para llevar, solo tiene que indicar la cantidad y el tipo de
producto a elegir, luego pasa por uno de los casi cien puestos donde se realiza el pago, la
compra es escaneada y al terminar coloca sus huellas digitales y procede a
hacer el pago. Luego de esto, un robot prepara los productos para enviarlo a la
casa de Juan.
Juan
recibe una llamada, es Lola, su amor, ella está junto a sus amigos donde habían
quedado de encontrarse. Estando todos juntos, en una terraza, en una plaza del
centro de la ciudad, escuchan un sonido estruendoso de cristales y sillas que
ruedan por el suelo, todos se voltean en la dirección de la que viene el ruido.
Son los robots que fungen de
dependientes de la tienda de videojuegos
“El Futuro está aquí”. Fueron afectados por el virus informático que circula
por la red. Están destruyendo todo lo que encuentran a su paso.
Toma
su coche, recibe un mensaje de Mastiu en
el que le indica que ha recibido la compra satisfactoriamente. Finalmente
vuelven a casa y se preparan para dormir.